¿Quién los observa con detenimiento?
¿Quiénes se detiene a pensar que hay detrás de ese silencio?
¿Acaso alguien se atreve a pensar porque esos ojos no se atreven
a mirar?
¿Si es vergüenza o timidez?
¿o si es miedo a opinar?
¿Por qué será que la gente piensa que no vale la pena
averiguar,
Porque con tantas cosas que decir el silencio ocupa todo el
lugar?
¿Será que los “sin lenguaje” se acostumbran a que nadie los
quiera escuchar?
¿O será que ya no esperan que nadie los quiera ayudar?
¿Acaso se habrán acostumbrado a que nadie los mire, que
nadie les pregunte,
Que todos asuman que “no pueden o no saben hablar”?
¿O será que solo esperan en silencio que la persona adecuada
llegue a su lado,
que solo los mire, que los vea,
y que vea las cosas que dicen sus ojos perlados?
Pienso y pienso, y no consigo,
Saber que hay docentes y
personas a las que no les importa analizar,
Que tienen
esas bellas criaturas que aún no se puede expresar.
Como ayudarlo/a, qué
necesita,
Porque no puede hablar esa
pequeña lucecita,
¿Cuál es el sentimiento
que hace que cuando se le hable, tienda a agachar su carita?
Solo mantengo la esperanza
de que haya otras almas especiales,
Que logren comprender que
todos tenemos lenguaje,
Sean señas, sean miradas o
sean precisamente palabras,
Cada uno a su manera,
siempre, pero siempre “habla”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario